El politólogo brasileño Emir Sader habló este miércoles en Radio 2 y repudió enérgicamente la decisión de Claudio Castro, sobre quien dijo que pesaron cálculos electoralistas ya que aspira a ser senador. Criticó que no se apunte a las élites involucradas en el narcotráfico y dijo que el megaoperativo policial que devino en una verdadera matanza, fue «un desastre»
Un día después del operativo policial más mortífero en la historia del estado brasileño, que dejó un centenar de muertos y millones de residentes aterrorizados en Río de Janeiro, aparecieron algunas lecturas políticas del episodio. El sociólogo y politólogo brasileño Emir Sader dialogó con Radio 2 criticó fuertemente al gobernador conservador Claudio Castro. Dijo que montó una operación con 2.500 policías con fines electoralistas pero «el resultado es un desastre».
Y agregó: «No solo no logró efectos concretos, sino que la cantidad de muertos ya es imposible de contar. Hasta ayer, la mayor cantidad de muertos en enfrentamientos eran 27. Ahora son tres o cuatro veces más».
«Cuando termine su mandato, el gobernador de Río va a ser candidato a senador, entonces quería mostrarse ante la clase media que le gusta este tipo de operativos. Pero le salió muy mal, quedó muy desgastado», sumó el politólogo.
En un análisis crudo, Sader le dijo al programa De Boca en Boca: «No se desactivó ninguna agrupación narcotraficante. Mataron un centenar de personas y encarcelaron a unas 85. Y no se sabe quienes son, no hay identificaciones. Nada».
En el mismo sentido, indicó que tampoco se cortaron los lazos con las altas esferas: «En Brasil las acciones están destinadas a las favelas, pero no a las élites que están articuladas con ellos. Lo más fácil es atacar a esta gente».
La ciudad hoy mostró una fisomonía poco usual: «Funcionamos como si fuera un feriado, no hay nadie en las calles ni en los establecimientos educativos. Nadie trabaja».
Luego, retrató que «los narcotraficantes tomaron una docena de buses y los usaron para cortar las calles, entonces los dueños de las empresas de transporte sacaron a sus vehículos de la calle. La gente tuvo que volver a sus casas caminando kilómetros y kilómetros. Fue un caos».
Sobre lo que se vive cotidianamente en Brasil, describió: «A menudo hay enfrentamientos entre los narcotraficantes y la policía, la gente queda entre dos fuegos. Incluso en las escuelas, las maestras les enseñaron a los alumnos a esconderse debajo de los pupitres. Es cotidiano. Pero no hubo ningún episodio que llamase a esta reacción. El gobierno dice que lo venía preparando desde hace 70 días, pero fue tan improvisado que yo dudo que haya sido así. No hubo ningún aviso, ocurrió a las 3 de la tarde de ayer».
Finamente, Sader contó que el presidente Lula aún no se expidió al respecto, pero que el Partido de los Trabajadores emitió un comunicado muy crítico y duro, despegándose de la responsabilidad política de lo ocurrido.
SFA
