El plazo fijo en pesos volvió a ajustarse esta semana en gran parte de los bancos, en un contexto de menor presión cambiaria y expectativa por nuevas decisiones del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El promedio de TNA del sistema ronda el 30%, mientras que el Banco de la Nación Argentina ofrece el 39%.
De esta manera, hoy las tasas de los plazos fijos oscilan entre el 25% y el 43% según la entidad. Sin embargo, la inflación interanual sigue por encima del 39%, lo que significa que no todas las opciones en pesos logran igualar el aumento del costo de vida.
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En este sentido, Elena Alonso, CEO de Emerald Capital reconoció que cuando el mercado se sobrecalienta la gente empieza a tomar como opción el tema del plazo fijo. «Las tasas estaban en promedio en 38, ahora están en promedio en 40, pero a mi entender, siguen habiendo otras opciones mejores», indicó.
Por caso, Vanesa Di Trolio, Business Manager de Reba, puntualizó: «Estamos ofreciendo una tasa del 43% y esta ventaja de contar con la TNA más alta es que nuestros clientes maximizan el rendimiento de sus ahorros sin sacrificar liquidez ni comodidad. Pueden constituir su plazo fijo de forma online, en cualquier momento del día, sin costos adicionales y con la certeza de un rendimiento competitivo», destacó.
En tanto, las billeteras también se suman a la puja por los pesos. Ualá aumentó las tasas de su cuenta remunerada, que pasa a ofrecer 30% TNA en la tasa base y que puede rendir 5% más, alcanzando hasta 35% TNA para quienes accedan al beneficio de tasa plus, la más alta del mercado. Para obtener la tasa plus, los usuarios deben sumar $500.000 o más en consumos o ciertas inversiones durante el mes, y al mes siguiente poder disfrutar de este rendimiento adicional.
Y para quienes buscan invertir montos superiores al límite de la Cuenta Remunerada, la fintech que dirige Pierpaolo Barbieri ofrece plazos fijos con tasa del 38% para 30 días, 36% para 60 días, 36% para 90 días, 38% para 180 días, 39% para 270 días y 40% para 365 días.
¿Me voy al peso o me voy al dólar?
Vale señalar que la inflación de julio fue del 1,9%, tras un 1,6% en junio, el registro más bajo de los últimos cinco años. En este contexto, y con un dólar que se mueve lentamente, la pregunta que muchos ahorristas se hacen es si conviene dejar los pesos en un plazo fijo o explorar alternativas como cauciones o inversiones en moneda extranjera.
«En el contexto actual, invertir en plazo fijo sirve como un instrumento conservador y previsible, ya que brinda la posibilidad de saber de antemano con total seguridad cuánto vas a ganar», señaló Di Trolio, al tiempo que agregó: «Para hacer frente a la suba de precios y al índice de inflación actual es importante considerar distintas opciones de inversión».
Entre esas posibles alternativas señaló «la compra de dólares, una opción que permite diversificar el ahorro y protegerse de la inflación a mediano y largo plazo», dijo.
Sin embargo, para Elena Alonso, hay mejores alternativas que el dólar. «Es un momento para quedarse en pesos. Si bien el dólar en julio aumentó el 14% más o menos, no tiene mucho sentido comprar dólares y después vender. A no ser que te genere tranquilidad el hecho de estar en esa moneda. Pero hoy, primera opción de corto plazo, me diría a las Lecaps del 12 de septiembre que está rendiendo aproximadamente 45, 46%, y sino, pensaría en las cauciones bursátiles como segunda opción», señaló y agregó que el razonamiento es igual para las empresas.
Al referirse a las opciones de largo plazo aconsejó pensar en una cartera diversificada: «algún bono ajustado por inflación, me gusta, sigue siendo un buen momento para entrar. Después el hecho de tener una cartera con obligaciones negociables, algunas que rindan 7% anual, como VISTA o YPF. También, algo de BOPREAL para quien quiera asumir un poquito más de exposición al riesgo argentino o algún bono soberano que te pague un 12, 13% en dólares también»; comentó.
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Pero entre sus grandes recomendaciones señaló que según su postura «no hay que inventar en este contexto, y siempre, como mensaje final, hacer lo que a uno lo deje tranquilo. Si te gusta el plazo fijo, hacélo, pero una estrategia podría ser dividir en cuatro e ir haciéndolo semanal. Lo que dejemos de usar son las billeteras virtuales y los fondos comunes de inversión. Para mí es mejor estar en activos directos y asegurarme una tasa de interés en el tiempo», completó la especialista en finanzas personales.
Cuál será la dinámica del dólar en septiembre
En tanto, Brian Torchia, Gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, abordó el probable comportamiento del dólar para el mes entrante y consideró para su reflexión ordenar desde la premisa más probable a la más incierta. Esto es, ¿se mantiene dentro del esquema de bandas? «La respuesta sería que sí, dado que mas allá de cualquier otro factor de carácter macroeconómico, no vemos al Gobierno desarmando su referencia en lo inmediato, dando a entender que el techo de $1.475 es un tope creíble. Luego resta analizar su comportamiento desde las cotizaciones actuales que rondan los $1.320 a nivel mayorista»; comentó.
En este sentido, realizó un análisis de tendencia, uno de referencia de mercado y uno mas flexible basado en construcción de expectativas.
En lo que refiere a la tendencia, explicó que bajó el supuesto de acompañar la inflación «lo cual nos muestra que en caso de rodar al 2,50% mensual (para ser prudentes) estaríamos en la zona de los $1.375 redondeando, quedándonos a aproximadamente 7% de su techo según el esquema actual», dijo.
Por otra parte, señaló que la referencia de mercado sería observar la cotización de los contratos de dólar futuro de septiembre que están actualmente en $1.397, llegando a una distancia de 5,5% respecto del techo.
Finalmente, observando los valores enunciados y contemplando otros factores de relevancia como la acumulación de reservas, tasa de interés en las licitaciones del Tesoro y dinámica legislativa (agenda política real) propuso una perspectiva basada en expectativas que es, al final del camino, la que suele tomar mayor significatividad en la evolución del tipo de cambio.
«En caso que no se observe acumulación de dólares y haya una continuidad en la suba de tasa para disuadir al «mercado» de refugiarse en el dólar, podría haber «espasmos» cambiarios que aceleren la devaluación. Asimismo, el factor endógeno/orgánico a considerar en esta construcción es precisamente la propia devaluación, es decir, bajo la hipótesis de una aceleración y un acercamiento a la zona de techo de banda donde el BCRA entraría en zona de vulnerabilidad, el riesgo o probabilidad de un mayor ritmo o velocidad del tipo de cambio se irá incrementando dado que se suscitarían las dudas sobre la continuidad del esquema actual, desordenando así cualquier tipo de construcción basada en tendencias o referencias», completó.
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