Los ocho nuevos casos surgieron tras el relevamiento de historias clínicas en dos hospitales de Rosario, en el marco de un operativo de rastreo de ampollas de los lotes 31.202 y 31.244 —los dos identificados con bacterias multirresistentes— en más de 200 establecimientos sanitarios de Argentina.
Con estos ocho nuevas muertes en la causa por fentanilo contaminado, el total de fallecidos en todo el país suma 76, de los cuales 26 son de Rosario.
«Uno tuvo una alta circulación y se aplicó ampliamente; del otro, no llegó a administrarse ninguna dosis porque recién había salido a la calle», precisó el magistrado.
El operativo de control permitió recuperar 115.000 ampollas en allanamientos y frenar la aplicación de unas 30.000 que aún permanecían en hospitales. El juez buscó llevar tranquilidad al público, asegurando que «hoy no circulan ampollas contaminadas».
Sin embargo, Kreplak remarcó que, a diferencia de Estados Unidos —donde existe una «epidemia de uso ilegal» con unas 50.000 muertes anuales—, en Argentina el fentanilo no tiene una circulación masiva, pero el país carece de un sistema de trazabilidad para esta sustancia, una falencia que espera sea corregida a partir de la investigación actual.