La estadounidense venció a la bielorrusa, número 1 del mundo, por 6-7 (5), 6-2 y 6-4 para alzar su segundo trofeo de Grand Slam.
Coco Gauff, 2ª del mundo WTA, se abrió paso entre las leyendas del tenis femenino al convertirse en la campeona de Roland Garros por primera vez en su carrera. La estadounidense, de 21 años de edad, derrotó a la bielorrusa Aryna Sabalenka, de 27, con un resultado de 6-7 (5), 6-2 y 6-4 para alzar su segundo trofeo de Grand Slam.
La definición del Major realizado en la capital de Francia, segundo ‘grande’ de la temporada, no pudo haber sido mejor. Después de superar cada uno de los obstáculos presentados, las dos mejores de la clasificación se vieron las caras por undécima ocasión en sus vidas y bajaron el telón del torneo en el estadio Philippe Chatrier con un tenis a la altura de las expectativas.
La nacida en Atlanta, entrenada por Pere Riba, canalizó muy bien los nervios y la tensión lógica que implica estar en una final, se aferró a su poder de concentración y a la inteligencia para solventar momentos de turbulencia y se floreó con maravillosas resoluciones desde todos los ángulos del rectángulo, remontando un complejo partido en el que debió trabajar sin respiro para anular los principales golpes a toda velocidad que normalmente ejecuta la bielorrusa, tres veces campeona de Grand Slam, que buscaba su 21 éxito profesional y se desinfló antes de tiempo.
El primer parcial fue una montaña rusa de emociones y cambios de paradigmas, aunque no excepto de errores, de un lado y del otro. Sin embargo, promediando el mismo, ambas se soltaron y no hubo marcha atrás: expusieron un ritmo ‘clase mundial’ y ofrecieron puntazos de profusa calidad. La reina del tour comenzó 4-1 y sacó dos veces para cerrarlo sin precisar el tiebreak, pero mostró inestabilidad, cometió muchas dobles faltas y permitió el crecimiento exponencial de la joven estadounidense que, con mucho carácter y entereza, luchó desde abajo, recuperó desventajas en diferentes oportunidades y con un repertorio vistoso se convirtió en un hueso duro de roer.
Después de idas y vueltas, Cori se encontró set abajo. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, no perdió la motivación y con un tenis fantástico, ayudada por los yerros de su adversaria, estampó la paridad con un trámite mucho más sencillo en la segunda manga. Así, la historia entre las dos mejores del mundo encontró su resolución en la recta final y en ese lapso primó la estabilidad.
Sabalenka, que venía de vencer en semifinales a la polaca Iga Swiatek (5ª) y soñaba con su primera corona en Bois de Boulogne, no pudo renovar energías de cara al set que dirimía la gloria y se sintió desbordada, llegando a cometer 70 errores no forzados. Por su parte, Gauff hizo los deberes como correspondía, quebró dos veces más el servicio de su contrincante y se regaló un triunfo memorable para transformarse en la merecida campeona de Roland Garros.
De esta manera, la estrella y reciente finalista en Roma, que ya había jugado una final en París y no tenía títulos en la temporada, conquistó el segundo Grand Slam de su carrera y se transformó en la primera de su país en festejar en la arcilla francesa tras lo hecho por Serena Williams en 2015, siendo también la más joven en lograrlo desde la menor de las hermanas en 2002.
Fuente: ESPN