En apenas un mes, la Lepra conquistó dos títulos y se posicionó en el fútbol nacional. La lucha que comenzó en 2019 se coronó con otro título en un partido contra Central y una fecha antes que termine el Torneo Apertura femenino
Opinión Bianca Ossola
Fotos Juan José García
El fútbol rosarino vuelve a estampar su sello en los libros de historia. Esta vez, en la del fútbol practicado por mujeres. Newell’s le ganó a Central el Clásico y salió campeón con un golazo de Mariana Larroquette. En esa oración podría resumirse una historia que comenzó hace muchos años y que tiene a protagonistas del pasado y el presente, que hicieron posible que hoy la Lepra se convierta en el primer equipo por fuera de Buenos Aires en gritar campeón.
Pero no siempre es bueno resumir. Más que nada cuando se trata de una historia de lucha, porque el fútbol femenino es eso: una lucha contra propios y ajenos. Una necesidad constante de alzar la voz para no retroceder en las conquistas. Así lo hizo la autora del gol del Clásico rosarino, e histórica jugadora de la Selección Argentina, cuando terminó el partido con Central y se refirió a las características del campo de juego de un predio, Cosecha en Barrio Cristalería, que tiene un futuro prometedor, pero que en el presente deja mucho que desear. La cancha y la estructura no es acorde a la Primera División de un club como el Canalla. Eso recalcó Larroquette, que anteriormente se había referido a de las dificultades que afrontó el plantel de Newell’s para jugar la Copa Federal.
Newell’s levantó el trofeo de la Copa Federal y Larroquette la voz: “De Federal me parece que no tiene nada”
Hace apenas unos años, en 2021, Newell’s se sumó a los torneos nacionales organizados por la Asociación del Fútbol Argentino. Tres años antes lo había empezado a hacer en la Asociación Rosarina de Fútbol. Cuatro años después de ese estreno en AFA, el club del Parque Independencia puso a Rosario en el mapa y sumó su segunda estrella en apenas un mes.
Primero fue la Copa Federal edición 2024 (NdR: que se jugó en 2025) en la que le ganó al poderoso Boca en los penales. En aquel entonces, a diferencia de este viernes, nadie de la Comisión Directiva leprosa viajo a acompañar y a festejar el título. En esta oportunidad el duelo con el Canalla, tuvo al presidente leproso entre los espectadores. Que el fútbol masculino marca la agenda es innegable, tratar de modificarlo sería absurdo. Pero una cosa no limita a la otra, todo puede ser importante al mismo tiempo.
El pasado y el presente están escritos. El futuro tiene la posibilidad de ser mejor. Cuando terminó el partido en Cosecha, el plantel de Newell’s se subió rápidamente al micro y se trasladó a Bella Vista para recibir una sorpresa: fuegos artificiales y bengalas rojas y negras para festejar a las campeonas. Las familias, los amigos, y principalmente, las nenas de las divisiones inferiores, las futuras jugadoras de Primera División. Niñas que recién en estos últimos años tienen referentes mujeres.
En resumen, aunque no está bueno hacerlo, cuando hay trabajo e inversión los resultados llegan. Hay que organizarlos, planearlos. Muchas veces en soledad, otras acompañadas.