Si bien estaba acusado de dos femicidios con pedido de prisión perpetua, Jorge Pérez fue condenado a 20 años de cárcel por el doble crimen de Carla Cabaña y Magalí Paiz perpetrado en septiembre de 2022 en Nuevo Alberdi. Así lo resolvieron los jueces Jorge Rodríguez, Juan Gasparini y Carlos Leiva al finalizar el juicio oral.
“Jorgito” Pérez, de 37 años y condenado meses atrás como miembro de la banda del “Peruano” Julio Rodríguez Granthon, había sido imputado por el fiscal Patricio Saldutti por dos femicidios. Sin embargo, el tribunal lo encontró culpable de los asesinatos pero no admitió la calificación propuesta por la acusación. En cambio emitieron la sentencia por dos hechos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, robo —sustrajo el celular de una de las víctimas— y la portación del arma. La pena se unificó con dos condenas anteriores en un total de 28 años.
En una escena cuya trama parecía verificar claramente un doble femicidio en contexto de narcocriminalidad, los jueces escogieron otra figura y arribaron a una pena más leve, teniendo en cuenta que el femicidio solo prevé condenas a prisión perpetua. Por qué lo hicieron se sabrá cuando den a conocer los fundamentos del fallo, en los próximos días.
Femicidios
Carla Elisabet Cabaña tenía 34 años vivía en una precaria casa de dos ambientes en Luzuriaga al 2400, en Nuevo Alberdi, en el noroeste rosarino. Su amiga Magalí Georgina Paiz se había ido a vivir allí en medio de una relación problemática con su novio y sus suegros. Curiosamente, una hermana de la chica de 19 años le había dicho que no se quedara en esa casa porque en el barrio “pasaban cosas feas”.
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Según la mecánica reconstruida por la fiscalía, la madrugada del 16 de septiembre de 2022 en esa estaban ambas mujeres junto con el novio de Magalí y Jorgito. Sobre las 6.30, mientras en la casa dormían los cuatro hijos de Carla —tres nenas y un varón de entre 2 y 12 años que esa noche la habían ido a visitar— se desencadenó una discusión entre la mujer y Pérez.
La discusión terminó abruptamente cuando Jorgito extrajo una pistola 9 milímetros y les disparó a las mujeres, que murieron en el acto con sendos balazos en sus cabezas. En ese momento el novio de Magalí estaba afuera de la casa pero al escuchar los disparos se fue corriendo hasta su casa ubicada cerca de la escena en busca de ayuda. Pérez salió a perseguirlo pero no le dio alcance.
Entonces el femicida volvió a la casa donde estaban ambos cadáveres y los cuatro hijos de Carla, robó el celular de Carla —que no fue hallado— y huyó. Horas más tarde quedaría en el centro de la investigación como principal sospechoso.
Vínculos en un contexto narco
Días después Jorgito cayó en Baigorria al 3300, en una casa que meses antes había sido allanada en busca del entonces prófugo Claudio “Morocho” Mansilla. Así se fue reconstruyendo una trama de narcomenudeo que incluía a un ex novio de Carla que estaba preso en Coronda y organizaba la venta de drogas para el Peruano.
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Precisamente el 13 de mayo de este año, Pérez aceptó en un juicio abreviado una condena a seis años como miembro de la asociación ilícita liderada por el Peruano y por un intento de extorsión a mano armada. Esa pena se unificó en ocho años con una condena anterior a dos años de prisión condicional.
En cuanto a los móviles del doble crimen, durante el juicio se expusieron detalles de la trama narco en la que estaba inmersa Carla y su hermano Eduardo, también preso en Coronda, en algún momento sindicado como mano derecha del Peruano. En ese contexto había una deuda que podía orillar los 200 mil dólares, según aportaron algunos testigos.
Pero además de esa deuda, Carla y Jorgito tenían que hacer desaparecer un auto pero en cambio “lo perdieron con la policía” en un control. Es probable que esa misión fallida haya precipitado la discusión previa al doble crimen, en el marco de un conflicto del que Magalí era totalmente ajena.
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Ese desenlace, en el cual los errores en común de un hombre y una mujer se saldan cuando él la mata a ella, configuraron según la acusación de Saldutti el contexto de violencia de género que fundamentó la imputación por femicidio. El fiscal considera que las mujeres en las bandas narco son tratadas como objetos que cuando no sirven más se descartan.
Esa mirada no coincidió con la del tribunal, que habiendo encontrado acreditado que Pérez asesinó a ambas mujeres no vio configurado el agravante de la violencia de género por razones que se conocerán en breve.
