El mercado de tasas en pesos atraviesa una etapa de fuerte reconfiguración. Con una inflación de diciembre que se ubicó en el 2,5%, un escenario cambiario más previsible y un sistema financiero con abundante liquidez, el rendimiento del ahorro en moneda local volvió a instalarse en el centro de la escena. Sin embargo, la discusión ya no pasa solo por cuánto paga cada instrumento, sino por cómo lo hace, bajo qué condiciones y qué grado de disponibilidad mantiene el ahorrista sobre su dinero.
En este nuevo contexto conviven cuatro grandes universos de inversión de bajo riesgo: las cuentas remuneradas de billeteras virtuales con tasa garantizada, los Frascos de Naranja X como modalidad de ahorro a corto plazo, los fondos comunes de inversión (FCI) conservadores y los plazos fijos tradicionales. El resultado es un ranking dinámico, con sorpresas y cambios de liderazgo.
Sorpresa en el ranking de billeteras virtuales
Las cuentas remuneradas se consolidaron como la herramienta más eficiente para el ahorro transitorio, siempre que se elija la billetera adecuada. Ofrecen tasa fija garantizada, acreditación diaria de intereses y disponibilidad inmediata del dinero, sin penalidades ni plazos mínimos —con la excepción de Ualá—. Además, no presentan riesgo de mercado y toda la operatoria es 100% digital.
El principal límite de este instrumento es el tope de saldo remunerado. Aun así, el liderazgo es claro: Fiwind y Carrefour Banco encabezan el ranking con una TNA del 32%, una tasa que deja atrás tanto a los bancos tradicionales como a la mayoría de los fondos de corto plazo.
Fiwind remunera hasta $750.000, mientras que Carrefour Banco, con una cuenta bancaria remunerada, replica la lógica fintech: intereses diarios, tasa fija y sin volatilidad.
Un escalón más abajo aparece Ualá, con 22% TNA sobre saldos de entre $10.000 y $1.000.000, seguida por Naranja X, que ofrece 21% TNA con el mismo tope. Si bien estas tasas son inferiores a las líderes, siguen siendo competitivas frente a los plazos fijos de los grandes bancos.
El atractivo de este segmento no se explica solo por la tasa, sino por la combinación de rendimiento, liquidez inmediata y simplicidad operativa. En un escenario donde el ahorrista prioriza tener el dinero disponible, esa flexibilidad vale tanto como algunos puntos porcentuales de TNA.
Frascos de Naranja X: una alternativa intermedia
Dentro del ecosistema de Naranja X, los Frascos se consolidaron como una herramienta híbrida entre la cuenta remunerada y el plazo fijo. Funcionan como un mecanismo de ahorro con tasa garantizada y plazos cortos.
El usuario separa fondos de su cuenta principal y los coloca en un frasco por un período determinado. Durante ese tiempo el dinero queda inmovilizado, genera intereses diarios a una tasa fija conocida de antemano y, al vencimiento, vuelve automáticamente a la cuenta junto con los intereses.
Las tasas reflejan claramente la relación entre plazo y rendimiento: el frasco a 28 días paga 23% TNA, mientras que los de 14 y 7 días rinden 21% TNA. En la práctica, permiten mejorar la tasa de la cuenta remunerada o evitar el castigo por superar el límite remunerado, resignando liquidez solo por un período corto y previsible.
Billeteras con fondos comunes de inversión
Los FCI money market y de renta mixta corta conforman un universo distinto. No ofrecen tasa garantizada, sino rendimientos variables según el mercado y la estrategia del fondo. El riesgo es bajo y la liquidez suele ser de 24 horas, aunque no inmediata como en una cuenta remunerada.
En el ranking reciente, Cocos Rendimiento – Clase A se destacó con una TNA cercana al 27%, impulsada por una cartera algo más agresiva que la de un money market tradicional. Detrás se ubican Adcap Ahorro Pesos, Cocos Ahorro y Prex, con tasas que oscilan entre el 20% y el 22%.
Más abajo aparecen Toronto Trust Ahorro, Balanz Capital Money Market, IEB Ahorro, Pionero Pesos (Macro) y Premier Renta CP (Supervielle), en el rango del 18% al 20%. Estos fondos perdieron protagonismo frente a las billeteras líderes, aunque siguen siendo útiles para manejar montos elevados o diversificar saldos que exceden los topes remunerados.
Entre las billeteras virtuales «puras», el ranking actual muestra rendimientos claramente más bajos:
• Mercado Pago: 18% TNA
• Personal Pay: 17,9% TNA
• Lemon: 17% TNA
• LB Finanzas: 16% TNA
• Astropay: 16% TNA
En este grupo, el rendimiento resulta casi testimonial y la estrategia más eficiente pasa por migrar saldos entre cuentas mejor remuneradas o volver al sistema bancario.
Plazos fijos: el regreso silencioso
El plazo fijo tradicional sigue siendo el instrumento más conocido y, en muchos casos, vuelve a ganar terreno. Exige inmovilizar el capital por al menos 30 días, pero ofrece tasas que comienzan a competir seriamente con las billeteras virtuales.
Hoy, el ranking muestra a varios bancos del interior y entidades financieras encabezando la tabla con tasas cercanas o superiores al 27% TNA, superando incluso a algunos fondos de inversión. Los grandes bancos nacionales, en cambio, se mantienen en la parte baja del ranking, con tasas que rondan entre el 20% y el 22,5%.
Comparación integral y estrategia óptima
Puestos todos los instrumentos bajo análisis, la jerarquía depende de la necesidad del ahorrista. Para el corto plazo y el manejo de liquidez diaria, las cuentas remuneradas líderes se posicionan en el primer lugar, tanto por tasa como por disponibilidad inmediata.
En un segundo escalón aparecen los FCI de bajo riesgo, útiles como complemento, aunque con menor previsibilidad. Los plazos fijos tradicionales quedan relegados en términos de flexibilidad, pero recuperan atractivo como destino para pesos excedentes, gracias a tasas cada vez más competitivas.
La estrategia más eficiente no pasa por elegir un único instrumento, sino por asignar cada peso según su función. Mantener el núcleo de liquidez en cuentas remuneradas con tasa garantizada, como Fiwind o Carrefour Banco, permite generar rendimiento diario con total disponibilidad. Los FCI cumplen un rol secundario y cada vez más acotado, mientras que el plazo fijo vuelve a ganar espacio como opción para capturar mayor tasa a cambio de resignar liquidez.
Así, en la nueva guerra por los pesos, el ganador no es un instrumento aislado, sino la combinación inteligente entre liquidez, rendimiento y horizonte de inversión.
