La icónica imagen familiar que Marty lleva en su viaje temporal aún plantea interrogantes entre los fanáticos. Inconsistencias y simbolismo detrás de uno de los elementos más recordados de la saga.
Cuatro décadas después de su estreno, Volver al futuro no solo se mantiene como una joya del cine de ciencia ficción, sino que sigue despertando debates, teorías y fascinación entre sus fanáticos. Dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd, la película no solo marcó a toda una generación, sino que dejó huellas imborrables en la cultura pop.
A pesar de que ya pasó una década desde el año que la película imaginaba como “el futuro” —2015—, los detalles de la trama siguen siendo analizados. Uno de los más emblemáticos es la fotografía familiar que Marty McFly lleva consigo durante su viaje a 1955, en la que aparece junto a sus hermanos.
A medida que Marty altera el curso del pasado, los rostros de sus hermanos comienzan a desaparecer gradualmente de la imagen, como advertencia visual del peligro de no lograr que sus padres se conozcan y, por lo tanto, de no nacer. La foto, entonces, se convierte en una herramienta narrativa poderosa. Pero también, en una fuente de confusión.
Según remarcan desde el sitio especializado AlloCine, hay una contradicción central: si los hermanos McFly nunca nacieron, la foto misma no debería existir. O, al menos, no debería conservar el fondo. “Lo lógico sería que desapareciera toda la imagen y no solo las personas, como si se tratara de una fotografía de un pozo vacío”, señalan.
Las preguntas no terminan ahí. Cuando Marty logra que sus padres se besen en el baile, y con ello asegura su existencia, los hermanos reaparecen en la foto… pero con la misma ropa que al principio, a pesar de que, en el presente alternativo de 1985, llevan atuendos muy distintos. Por ejemplo, Dave viste ahora con traje y corbata, mientras que Linda luce un conjunto sofisticado. ¿Por qué no se reflejan esos cambios en la imagen?
Desde lo narrativo, esta decisión tiene sentido: mostrar esas transformaciones antes de tiempo hubiera arruinado el efecto sorpresa del final, cuando Marty regresa a un hogar más próspero y una familia “mejorada”. Pero el planteo sigue vigente entre quienes buscan coherencia en una historia que, precisamente, juega con las reglas del tiempo.
Cuarenta años después, Volver al futuro sigue invitando a mirar hacia atrás, preguntarse por los caminos no tomados y —como demuestra esta famosa foto— a aceptar que, incluso en la ciencia ficción, no todo tiene explicación lógica. Y tal vez, esa sea parte de su encanto.
Fuente: LA cien