El arribo de Thiago Tirante a México, luego de su participación en el Masters 1000 de Cincinnati, terminó en un episodio que el propio jugador calificó como “injusto, abusivo y corrupto”. El tenista, oriundo de La Plata, hizo público en sus redes sociales el mal momento que vivió en el Aeropuerto Internacional de Cancún, donde aseguró haber sido víctima de un procedimiento irregular por parte de las autoridades aduaneras.
Tirante había llegado al país con sus valijas tras su derrota en primera ronda frente al italiano Luca Nardi. Según relató, fue apartado para una inspección en la que le revisaron el equipaje. En su interior, los agentes encontraron varios rollos de cuerda para encordar raquetas, elementos que el deportista utiliza de manera habitual como parte de su equipamiento profesional.
A pesar de explicar que se trataba de herramientas de trabajo, recibió como respuesta que esos objetos “no eran considerados bienes personales”. Señaló que, a partir de ese momento, el trato se volvió hostil. Le informaron que debía abonar un 19% de “impuestos” sobre el supuesto valor de las cuerdas.
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Al solicitar ver la normativa que respaldara esa exigencia, asegura que le advirtieron que, si no pagaba, le retendrían el pasaporte. Sin documentación que acreditara legalmente el cobro y frente a la amenaza de no poder continuar su viaje, Tirante se vio obligado a realizar el pago en el momento.
Indignado por la situación, el jugador dejó en claro su postura con un mensaje contundente: “Esto es corrupción. Esto es abuso de autoridad. Es inaceptable que a un profesional, o a cualquier persona, se le imponga un pago sin fundamentos legales y bajo presión”. El testimonio generó gran repercusión entre sus seguidores y en la comunidad tenística, que expresó apoyo al argentino y repudio a este tipo de prácticas.
El incidente se suma a una serie de denuncias de viajeros que han manifestado experiencias similares en aeropuertos internacionales, donde se cuestionan los procedimientos de aduana y la falta de transparencia. En este caso, la voz de Tirante puso nuevamente el foco en la vulnerabilidad que pueden sufrir los deportistas cuando viajan con su equipamiento y dependen de su integridad para competir.
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