La Cámara de Casación confirmó el cierre de la causa que investigó a los policías que manipularon el teléfono de Fernando Sabag Montiel, el autor del ataque contra la expresidenta Cristina Kirchner el 1 de septiembre de 2022.
El aparato -secuestrado en la noche del atentado- quedó inutilizado luego de ser sometido a distintos peritajes: el primero lo bloqueó, y el segundo intento de apertura lo reseteó a fábrica.
Por eso, fueron investigados el cabo Alejandro Heredia, de la Policía Federal -quien efectuó el primer intento- y los especialistas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Camila Seren y Pablo Kaplan, que actuaron en segundo término.
Todos fueron sobreseídos por la jueza María Servini y luego por la Cámara Federal, que cerró el caso.
Sin embargo, los abogados de Cristina Kirchner -que es querellante en el caso-, sin objetar los sobreseimientos, se opusieron al archivo de las actuaciones. Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira presentaron ante a la Casación un recurso que fue rechazado el 18 de junio por los jueces Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, que conformaron una mayoría.
Con otro criterio votó el juez Gustavo Hornos que argumentó en favor de admitir el recurso y fijar una audiencia para escuchar a las partes.
Este expediente —de alta complejidad técnica— es un desprendimiento de la causa central, que se encuentra en instancia oral y próxima a la etapa de alegatos. Cuando se reanude la actividad tras la feria, serán juzgados Sabag Montiel, su expareja Brenda Uliarte —presente la noche de los hechos— y Nicolás Carrizo, jefe de ambos en el emprendimiento de venta de copos de azúcar
Un celular “sensible”
El primer intento para abrir el teléfono corrió por cuenta del cabo Heredia, que, en la madrugada posterior al ataque, hizo correr sobre el teléfono un programa llamado UFED, por sus siglas en inglés (Universal Forensic Extraction Device). El resultado fue el bloqueo del aparato.
El teléfono fue guardado en una caja de seguridad del juzgado y luego transportado por la oficial Priscila Santillán a las oficinas de la PSA, donde los expertos Kaplan y Seren, con una versión premium del mismo programa utilizado por Heredia, ensayaron un segundo intento de extracción, cuyo resultado fue el reseteo a fábrica del teléfono.
La manera en que el aparato fue entregado aquel día continúa siendo objeto de versiones cruzadas. Santillán, que cumple funciones como custodia de la jueza Capuchetti, asegura que lo depositó en un escritorio, adentro de un sobre cerrado; Keplan y Seren afirman, en cambio, que el sobre estaba abierto, con el teléfono encendido, y que fue entregado en mano.
Un tercer intento por desbloquearlo se llevó a cabo en marzo de este año, en el marco del juicio oral, pero con los mismos resultados.
“Ninguno de los intentos resultó exitoso sobre el dispositivo celular Samsung modelo SM-A505 G perteneciente al imputado Fernando Sabag Montiel, a pesar de haber agotado las distintas alternativas que fueron planificadas en las pruebas previas para abarcar este peritaje con el despliegue tecnológico más acertado”, dice el informe firmado por especialistas de todas las partes.
Solo pudo obtenerse información alojada en una “nube” asociada a la cuenta de Sabag Montiel
La explicación que ofrecieron algunos de los peritos que declararon en el juicio oral fue que el teléfono de Sabag Montiel reaccionó de esa manera por estar “hiper sensiblizado”, esto es, por haber sido objeto de muchas intervenciones.
De hecho, una de las certezas que arrojaron los estudios del teléfono fue que este había sido reiniciado nueve veces a fábrica, de los cuales ocho ocurrieron en noviembre del año 2020, dos años antes de los hechos.