Cientos de palestinos irrumpieron este miércoles en un almacén de alimentos de Naciones Unidas (ONU) en Gaza en un intento desesperado por conseguir algo de comer, gritando y empujándose unos a otros e incluso arrancando partes de la instalación para entrar. Dos personas murieron aplastadas en el caos y otras dos fallecieron a causa de heridas de bala.
Los palestinos irrumpieron en el almacén del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, en el centro de la Franja de Gaza, empujándose unos a otros a la sombra de la puerta principal de la enorme instalación. Otros arrancaron partes de las paredes de metal en un esfuerzo por entrar.
Dos personas fueron aplastadas por la multitud, mientras que otras dos murieron por heridas de bala, dijeron funcionarios del Hospital Mártires de Al-Aqsa.
Se pudo ver a gran cantidad de personas llevándose bolsas de harina de 25 kilos mientras trataban de escapar del lugar entre un mar de gente que intentaba entrar.
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Una enviada de Naciones Unidas comparó la ayuda limitada que se permite entrar en Gaza con “un bote salvavidas después de que el barco se hundió”. Sigrid Kaag, coordinadora especial interina de la ONU para Oriente Medio, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que las personas que enfrentan hambruna en Gaza “perdieron la esperanza”.
Israel dijo que ayudó a establecer el nuevo mecanismo de ayuda para evitar que Hamás desvíe suministros, pero no proporcionó evidencia de que algo así hubiese ocurrido, y las agencias de la ONU afirmaron que tienen mecanismos en su lugar para prevenirlo mientras entregan ayuda en todo el territorio.
La Fundación Humanitaria de Gaza (Gaza Humanitarian Foundation, GHF) indicó que tiene cuatro centros, dos de los cuales comenzaron a operar en Rafah, ciudad que ahora está prácticamente deshabitada. Dijo que alrededor de ocho camiones de ayuda fueron distribuidos en los centros el miércoles sin incidentes.
El centro de distribución en Rafah, en el extremo sur de Gaza, fue inaugurado el lunes por la GHF, designada por Israel para hacerse cargo de las operaciones de ayuda.
El martes, una multitud de palestinos rompió las cercas alrededor del sitio de distribución donde se habían reunido miles de personas. Se escucharon disparos de tanques y armas israelíes y se pudo ver un helicóptero militar disparando bengalas. Este miércoles hubo cuatro muertos.
La ONU y otras organizaciones humanitarias rechazaron el nuevo sistema, argumentando que no podrá satisfacer las necesidades de los 2,3 millones de personas de Gaza y que permite a Israel usar la comida para controlar a la población. Las organizaciones también advirtieron sobre el riesgo de choques entre los soldados israelíes y las personas que buscan suministros.
Los palestinos están desesperados por comida después de casi tres meses de cierres fronterizos israelíes que llevaron a Gaza al borde de la hambruna.