Cada 28 de mayo se conmemora el Día Mundial del Perro Sin Raza, una fecha para celebrar la vida y la diversidad de millones de perros mestizos en todo el mundo. En este contexto, MSD Salud Animal hace un llamado a la adopción responsable y a la prevención de enfermedades como pilares fundamentales para mejorar la calidad de vida de estos animales y evitar su abandono.
Según estimaciones de World Animal Protection, alrededor del 75% de los perros en América Latina no tienen una raza definida, lo cual los hace únicos y populares. Aunque existe la creencia de que los perros mestizos son “más sanos”, la realidad es que todos los perros, sin importar su origen, necesitan cuidados médicos, vacunación y atención constante.
¿Los perros sin raza son más saludables?
Algunos estudios sugieren que los perros mestizos podrían tener menor predisposición a ciertas enfermedades genéticas debido a la diversidad de su ADN. Sin embargo, otras investigaciones indican que su riesgo de padecer enfermedades comunes es similar al de los perros de raza pura.
“No importa si el perro es de raza o mestizo: lo importante es que reciba cuidados veterinarios regulares. La prevención es clave para una vida larga y saludable”, afirma Walter Comas, Director de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en Argentina.
Recomendaciones para una adopción responsable
Conocer el historial de salud del animal: Antes de adoptar, es importante averiguar si el perro ha tenido enfermedades previas o si hay antecedentes hereditarios.
Visita veterinaria post-adopción: Realizar un chequeo completo, establecer un calendario de vacunación y desparasitación.
Vacunación al día: La vacunación es una de las primeras medidas preventivas más importantes que debe tomarse. El profesional veterinario confeccionará un calendario de vacunación para el animal. Asegúrese de que el perro reciba todas las dosis necesarias según su edad.
Desparasitación interna y externa: Los parásitos, tanto internos como externos, son una de las principales causas de enfermedades en perros. Las pulgas y garrapatas son vectores de enfermedades, por lo cual se debe desparasitar al perro con el antiparasitario externo más eficaz. Se recomienda ampliamente aquellos que duran 12 semanas, ya que contiene componentes como fluralaner, que ofrecen mayor duración y protección.
Chequeos periódicos: Visitas al veterinario al menos dos veces al año para control general.
Atención ante síntomas: Estar atentos a signos como fiebre, letargo, diarrea o falta de apetito. Nunca automedicar.
Enfermedades que se pueden prevenir
Una parte esencial del cuidado preventivo de cualquier perro es protegerlo de enfermedades infecciosas que pueden ser graves o incluso fatales si no se tratan a tiempo. Dos de las patologías más comunes y peligrosas en perros jóvenes o sin vacunación completa son el Parvovirus Canino y el Moquillo Canino.
Parvovirus Canino: un riesgo mortal para los cachorros
El Parvovirus Canino es una de las enfermedades infecciosas más graves y contagiosas que pueden afectar a los perros, especialmente a los cachorros. Ataca el sistema gastrointestinal, provocando síntomas como vómitos intensos, diarrea con sangre, fiebre y una rápida deshidratación, lo que pone en riesgo la vida del animal. Su transmisión ocurre principalmente a través del contacto oral con superficies o materiales contaminados por heces infectadas, y su capacidad de resistir en el ambiente por más de seis meses lo convierte en un virus altamente persistente.
Aunque muchos perros adultos ya están inmunizados por vacunación o por haber superado una infección en etapas tempranas, los cachorros son especialmente vulnerables debido a que su sistema inmunológico aún no ha sido “entrenado” para reconocer a este virus. Los primeros signos clínicos pueden aparecer entre 4 y 14 días después del contagio, y la enfermedad suele progresar rápidamente. En particular, los cachorros de entre 6 y 8 semanas de vida presentan una mayor tasa de mortalidad, producto de su inmadurez inmunológica.
Moquillo Canino: una amenaza para el sistema nervioso y respiratorio
El Moquillo Canino, también conocido como distemper, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a múltiples órganos, incluyendo el sistema respiratorio, gastrointestinal y, en los casos más graves, el sistema nervioso central. El virus se transmite principalmente por secreciones de los ojos y nariz de perros infectados y es especialmente peligroso en perros jóvenes, de 3 a 6 meses, que aún no han completado su esquema de vacunación.
El Moquillo puede causar fiebre, secreción nasal y ocular, tos y diarrea, pero lo más alarmante es el daño que puede provocar al cerebro y la médula espinal. Aproximadamente la mitad de los perros infectados desarrollan síntomas neurológicos, como convulsiones, debilidad muscular y parálisis. En muchos casos, los perros con daño neurológico sufren secuelas permanentes o incluso deben ser sacrificados.
“La vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir estas enfermedades. Los cachorros deben iniciar su esquema de vacunación a partir de las seis semanas de vida, y los perros adultos deben mantener un calendario actualizado según las recomendaciones del veterinario. La prevención es la mejor forma de cuidar la salud de las mascotas y también de proteger la salud pública sin importar su raza. Todos los perros son propensos a tener esta enfermedad si sus tutores no toman las medidas adecuadas en tiempo y forma”, asegura Walter Comas.
Todos los perros merecen un hogar
En este Día Mundial del Perro Sin Raza, desde MSD Salud Animal se reitera la importancia de brindarles a estos perros una oportunidad, un hogar y una vida digna. Ellos devuelven con creces todo el amor que reciben.
Porque más allá de la raza, todos los perros merecen cuidado, salud y felicidad.