Se han intensificado los arrestos, incluso de solicitantes de asilo o personas con permisos vigentes, especialmente en comunidades como el sur de Florida, con altas poblaciones de origen cubano y venezolano
Durante los primeros 100 días de la administración de Donald Trump, millones de inmigrantes legales, en su mayoría hispanos, han enfrentado una creciente incertidumbre debido a medidas agresivas que cuestionan la legalidad de su estatus migratorio. Aunque Trump había prometido centrarse en los inmigrantes no autorizados, su gobierno ha ampliado la represión a inmigrantes legales, afectando a hasta cuatro millones de personas.
Se han intensificado los arrestos, incluso de solicitantes de asilo o personas con permisos vigentes, especialmente en comunidades como el sur de Florida, con altas poblaciones de origen cubano y venezolano.
La administración ha reactivado el programa 287(g), que permite a policías locales actuar como agentes migratorios, y ha ampliado su alcance en Florida. Además, eliminó el programa de parole humanitario CHNV, que beneficiaba a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, aunque una demanda logró frenar temporalmente esta medida.
También canceló la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos y ha iniciado acciones para eliminar el TPS de los haitianos, dejando a cientos de miles en riesgo de deportación. Estas decisiones han sido recibidas como una traición en comunidades tradicionalmente republicanas y ya enfrentan numerosos desafíos legales.