Los nuevos aranceles que impuso el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazan con aumentar en los próximos meses los precios de la ropa, teléfonos celulares, muebles y muchos otros productos, en lo que sería el fin de la era de bienes baratos que los estadounidenses disfrutaron durante casi un cuarto de siglo.
A cambio, los funcionarios de la Casa Blanca esperan que los impuestos a las importaciones creen más empleos manufactureros bien remunerados al llevar la producción de vuelta a Estados Unidos. Es un intercambio políticamente arriesgado que podría tardar años en materializarse, y tendría que superar grandes obstáculos, como la automatización de la mayoría de las fábricas modernas.
Incluso después del cambio de rumbo que implementó Trump el miércoles, cuando pausó nuevos aranceles en aproximadamente 60 naciones durante 90 días, los aranceles promedio en Estados Unidos siguen siendo mucho más altos que hace un par de meses.
Trump impuso un arancel del 10 % a todas las importaciones, mientras que los bienes de China, la tercera mayor fuente de importaciones de Estados Unidos, enfrentan enormes aranceles del 145 %. Y hay impuestos del 25 % sobre las importaciones de acero, aluminio, automóviles y aproximadamente la mitad de los bienes de Canadá y México.
Como resultado, el arancel promedio en Estados Unidos pasó de casi un 3 % a cerca del 20 %, según calculan los economistas, el nivel más alto desde al menos la década de 1940.
Si se mantienen, aranceles tan altos revertirían décadas de globalización que ayudaron a reducir los costos para los compradores estadounidenses.
Otras tendencias, incluida la automatización de fábricas y la innovación tecnológica (particularmente en electrónica), también redujeron los precios. Pero, de acuerdo con los expertos, las importaciones ayudan a mantener los precios bajo control, en parte debido a los menores costos laborales en el extranjero y porque el aumento de la competencia en el mercado estadounidense obliga a las empresas locales a ser más eficientes.
Productos más caros
“El comercio más libre ayudó a moderar la inflación a largo plazo”, explicó Scott Lincicome, analista comercial del Instituto Cato, y sentenció: “Si estamos entrando en un lado de la oferta más restringido… entonces es probable que veas cosas más caras”.
Bank of America estima que los nuevos aranceles podrían aumentar los precios de los automóviles en un promedio de 4.500 dólares, incluso suponiendo que los fabricantes absorban parte del impacto de los aranceles. Tal aumento seguiría a fuertes subas de precios en los últimos años que dejaron el precio promedio de un automóvil nuevo en 48.000 dólares.
Aaron Rubin, director general de ShipHero LLC, dijo que sus datos indican que los minoristas ya están comenzando a aumentar los precios para adelantarse a los aranceles. Aseguró que muchos precios aumentaron casi un 4 % esta semana en comparación con anterior.
Después de que la inflación de dos dígitos de la década de 1970 fue derrotada a principios de los 80, la suba de precios aún superaba regularmente el 4 % anual hasta mediados de la década de 1990, cuando el comercio más libre y la globalización comenzaron a intensificarse. De 1995 a 2020, promedió menos del 2.2 %.
Los compradores estadounidenses cosecharon los beneficios. En los 25 años entre 1995 y 2020, los precios aumentaron en general un 74 %, según datos del gobierno. Pero la ropa bajó 8 %, los muebles se mantuvieron prácticamente sin cambios y los zapatos aumentaron solamente un 10 %.